miércoles, 29 de septiembre de 2010

MELANCOLÍA

¡Se yerguen hoy mil recuerdos!
Me flagelan con látigos ardientes.
Me quemo en la flama
Del amor que se va.
Miro el vuelo de una falena.
Mirada impávida
De opacos deseos.
¡La fontana exalta sus aguas!
En quiméricas luces
De farolas tenues.
Se me inmola el alma
Despidiendo al farolón:
¡Que encendiera mi hoguera!
Sobre mí, la luz de un fanal
¡Me cobija!
Sin pedirle siquiera:
¡Una idea confusa que me salve
De la maldición!
De haber conocido
A un traidor.
¡Se quiebran mis alas de tisú!
Nenúfares y rosas se esparcen
Por el río de mis sentimientos.
¡Suenan viejos campanarios!
Despido al arrogante:
¡Que creí un farruco!
Me quedo sola mirando el farallón
¡Que se eleva en la tierra sin sol!
Reseca mi boca
De ardientes gotas ácidas
¡Famélica de amor!
Mis ropas hechas
Un triste fandulario.
¡No visto mis blondas!
Ni despliego mis bridas:
Dejando libre el salvaje potro
¡Entre las breñas!
Ni despliego mis alas de blanco lino.
Me entrego al destino.
Resigno un
¡Te amo!

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