miércoles, 9 de noviembre de 2011

MÁS ALLÁ DE LOS FRESNOS

Si detrás del contoneo de los fresnos
La sombra mágica del fantasma del amor surgiera.
Quizás en un instante fugaz de un tiempo sin reloj te viera.
Develara entre las notas del viento tus misterios.
Elaborara con manos de terciopelo la senda honda.
El lugar infinito de lo inagotable de tu ser.
Moldeara con creatividad divina los pasos imborrables del amor.
Si. Si alzándome con la brisa, cual plumón leve me elevara
Por encima del ondulante paso del horizonte.
Más allá de la caída del astro dorado.
Hoy. Si hoy. Si tan alto pudiera volar sobre los fresnos.
¡Te vería!
Te vería y entonces.
Entonces, quizás, no sé. ¡No sabría como hablarte!
No sabría. No porque no lo hubiésemos hecho antes.
Sino porque frente a frente hablar es diferente.
-¿Diferente?- me dirías con tu calidez de antaño.
Y talvez entonces comprendiera yo lo que hay en mí.
Tú lo sabes. Hoy. Antes y después también lo sabes.
Sin embargo, pasando los fresnos, en la senda
Hay dos huellas. Las tuyas y las mías.
A veces cuando no te encuentro y lloro y te niego
Me gustaría cruzar el cerco y preguntarte
¿Por qué estando siempre a veces parece que no estás?
Me niego a aceptarme sin tu presencia.
Te encuentro a tientas en mi interior y sueño.
Tengo tu consejo, tu ternura, tu perdón.
Lo tengo todo. La eterna inmensidad
Que agota en mí hasta el último jirón de un sueño.
Encontrarte un día, más allá de los fresnos.

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