martes, 17 de agosto de 2010

MADRE

(En memoria de quien deseó toda su vida mi felicidad)

Se acelera la huella, se hace honda.
Duele.
Duele como un retoño roto y lloro.
Lloro en silencio.
Feliz a mi manera.
La huella es honda, amarga soledad.
El tesoro es grande, eterno.
Vale.
Vale todo esfuerzo caminar.
Aunque llore.
Me desgaste por un tiempo.
Agote mi lágrima.
Renueve mi espíritu.
Y siga.
Por otra huella camino del sol.
Profundo el dolor en mi pecho.
Silencio.
Se y acepto el camino.
Mi raíz se ha ido.
Transita senderos azules.
Mi raíz no ha muerto.
Vive.
Vive en la eternidad de mis ojos.
En mi corazón.
Se ha quedado para siempre
En la memoria.
Marca su huella.
Mi raíz no ha muerto.
Vive en mí.
Como en el principio.
¡Hasta que vuelva!

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