lunes, 16 de agosto de 2010

SENDERO

Tan augusta mi búsqueda y espero.
Espero que el silencio en remolinos,
Me traiga algún día, al aclarar;
¡Un beso tierno como aquel junto a mi río!
Tan larga mí busqueda
Que sinuoso el camino que adelanta.
Adelanta y se pierde bajo mi pie cansado,
Cual loza gris, que resbala en la pendiente
de mi tiempo,
Se pierde tras el encuentro de otra senda.
Tanto silencio en el sendero que me atrae.
Como atrae la luz a la falena.
Te llevo en mi pecho cual espada
de acero, clavada hasta la empuñadura.
Pues convergen en mi grandes amores
Amores que el tiempo atesora.
Que atesora y me ignora,
cuando mi grito se hace eco y lo reclama.
¿Dónde esconder tanta ternura bajo el cielo?
¿Dónde esconder lo que siente el alma mía?
Si por mi senda aún se niega el amanecer
de tu presencia.
Es por tí que mi senda se adelanta.
Se adelanta y me atrapa con el tiempo.
Y muero aterida sin tu abrazo.
Mientras el sol agrieta hasta las rocas,
más profundas.

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